Cómo empacar una maleta según tu estilo de vida

Hablando claro, este no es un artículo tradicional de cómo empacar una maleta. Existen miles de videos con listas de cuáles son las mejores maletas y debates de cómo doblar la ropa. Sin embargo, estos consejos jamás le van a funcionar a todo el mundo.

Llevo viajando constantemente por los pasados 8 años, gracias a oportunidades de internados de verano, conferencias y adiestramientos. Para mí, empacar una maleta representaba la cima de una montaña inalcanzable. Sentía que las decisiones que tomaba sobre lo que llevo, que no llevo y cómo lo llevo determinaban cuán bien o mal sería mi viaje. Olvidaba mi cámara y cargadores o creía que tenía la ropa adecuada pero no estaba preparada para el frío.

Empacar una maleta significa tomar decisiones que impactarán mis próximos días, semanas y hasta meses. Aprendí que no sabía tomar decisiones porque no tenía un sistema, para tomar decisiones con éxito.

Por eso, me di cuenta de que necesitamos de un sistema que nos permita personalizar y decidir qué empacar de acuerdo con nuestra realidad y destino.

Este artículo es para apoyar a personas que viajan por primera vez o que se han dado cuenta que empacar una maleta puede ser demasiado abrumador.

Por lo tanto, si llegaste aquí buscando cuál es la forma ideal de jugar tetris empacando una maleta, pues lamento decirte que aquí no lo vas a encontrar. Lo que sí vas a encontrar es un método de 5 pasos para que tú mismo puedas guiarte a escoger qué cosas son las más importantes para empacarsegún tu estilo de vida y tu destino.

Empacar una maleta ya no será un punto de estrés, ansiedad ni tensión. Ahora será un gesto de amor que nuestro yo del pasado quiere hacerle a nuestro yo del futuro.

¡Comencemos!

Paso 1: Identifica la duración del viaje

Este paso es sencillo. ¿Cuánto tiempo tú crees que vas a estar de viaje?

Cuan largo es un viaje depende de su objetivo. Los internados de verano usualmente duran de 8 a 10 semanas, los adiestramientos de 3-7 días y las conferencias duran de 2 a 5 días.

Pero, un viaje por placer podría ser más variable. Estos pueden ser de 3 a 14 días.

Por lo tanto, si eres una persona que necesita de estructura para funcionar en su día a día, el tener claro cuánto dura tu viaje te ayudará a estructurar tu vida antes, durante y después de tu viaje.

Conocer la duración del viaje te ayuda a empacar

Cuando sabes cuánto dura tu viaje, puedes preparar:

• Cuánta ropa llevarás.
• Qué tamaño y cantidad de maletas usar.
• Si puedes combinar una maleta con una mochila.
• Cuánto dinero necesita gastar en costos por llevar maletas (carry on o maleta grande).
• Cuánto trabajo necesitas adelantar antes de irte o si necesitas trabajar durante tu viaje.
• Cuánto trabajo académico necesitas reponer en tu regreso o si necesitas estudiar durante tu viaje.
• Qué cosas que son indispensables para mi durante ese tiempo que tengo que empacar.

Conocer la duración del viaje te ayuda a organizarte

Un viaje de 3 días probablemente cansa menos que un viaje de 2 meses porque estás más tiempo alejado de tus rutinas y zona de confort. Cuando sabes cuánto tiempo estarás fuera, puedes más o menos calcular cuánto tiempo necesitas para hacer una transición.

Una transición es una acción de pasar de un estado a otro.

Antes de irte de viaje, necesitas hacer unas acciones, como preparar meriendas, despedirte de familiares, avisarle a tus profesores o jefes y, muy importante, empacar tu maleta. Estas acciones las realizas para hacer una transición del Tú de ahora al Tú del viaje.

🤦🏾‍♀️ Muchos conocemos esos momentos de desesperación de dejar la maleta a última hora y no saber qué empacar.

Igualmente, cuando regresas de tu viaje, necesitas hacer una transición del Tú del viaje al Tú de la vida cotidiana. Algunas acciones para hacer eso son: comer, descansar, comprar comida para la semana, contarles a todos sobre tu viaje y desempacar tu maleta.

Hacer la transición de regreso te ayuda a organizarte y enfocarte mejor en cumplir con tus responsabilidades y necesidades.

Cómo aplicar la transición (Ejemplo)

Para yo regresar a la “normalidad” luego de un viaje de 5 días por una conferencia científica en Chicago, USA, necesitaría 3 días adicionales para poder sentirme que estoy en orden con mis rutinas, mi horario académico y de trabajo. No quiere decir que necesito 3 días para dormir y no hacer nada. Sino que esos días los utilizaré para desempacar mi maleta, coordinar mi regreso a la universidad o trabajo y saludar a la familia. Las cosas que requieran más esfuerzo mental, como tomar un examen o continuar un proyecto grande las haré luego de esos 3 días para poder prepararme mentalmente.

Pero, cada persona es diferente. A medida que adquieres experiencia viajando, más fácil se te hará identificar cuánto tiempo necesitas para hacer tu transición de partida y tu transición de llegada.

Paso 2: Busca cuál será la temporada y las condiciones del tiempo.

Este paso es súper fácil. La temporada te ayudará muchísimo a escoger qué tipo de ropa en general necesitas tener en tu maleta. Pero, la temporada no es lo mismo que las condiciones del tiempo. Las condiciones del tiempo sólo te dicen cuánto es la temperatura y la lluvia esperada para un día en particular. Mientras que la temporada es un fenómeno climático a grande escala que influencia la condición del tiempo del día a día.

Piénsalo así, en una región tropical en temporada de lluvia, habrá más probabilidad de que un día al azar caiga mucha lluvia, pero no necesariamente todos los días serán así. El informe de las condiciones del tiempo te dirá con mayor precisión si mañana será un día de lluvia y cuánto lluvia caerá.

¿Cómo consigo información de la temporada y las condiciones del tiempo?

Esto depende de la zona que viajarás. Si viajas a una zona templada vas a identificar en cuál de las 4 estaciones del año es que irás: Primavera, Verano, Otoño e Invierno. Por otro lado, si viajas a una zona tropical, sólo hay 2 temporadas en el año: La época húmeda o lluviosa y la época seca.

En la guía de climas en el mundo encontrarás una lista de países y territorios con información de las temporadas. Este tipo de información te ayudará a ver si tu viaje será en temporada lluviosa o seca y si lo común es que esté frío o caluroso.

Por otro lado, en la página de la Organización Meteorológica Mundial tienes el informe de las condiciones del tiempo del día a día de la ciudad que busques. Incluye temperatura, probabilidad de lluvia o nieve y cómo estarán el mar.

Beneficios de conocer la temporada y las condiciones del tiempo

Empaca una maleta tranquilamente sabiendo que puedes:

• Escoger el tipo de ropa a empacar
• Decidir si llevar un pequeño paraguas
• Escoger el tipo de calzado que necesitas
• Llevar productos de belleza que funcionen
• Tener una idea de cómo tu piel (acné) y cabello (friz) reaccionarán
• Decidir si llevar un traje de baño

Si eres como yo, que no estás acostumbrado al fío, seguramente te dará mucho frío durante el Invierno y el Otoño, así que necesitarás empacar abrigos o chamarras fuertes. Si tus labios tienden a quebrarse con el aire seco, y viajarás a un lugar así, pues ahora sabes que necesitarás empacar un bálsamo.

Por otro lado, si viajarás y la temporada seca o de verano, pues piezas de ropa livianas son las que necesitas empacar en una maleta.

Paso 3: Identifica cuáles son tus rutinas más importantes

Tú, yo y todas las personas somos seres con rutinas. Desde cómo nos ponemos los zapatos hasta cómo nos relacionamos con nuestros seres queridos, las rutinas son súper importantes en nuestro funcionamiento diario.

Las rutinas son cosas que repetimos que nos traen seguridad y alivio en el presente. Hay ciertas rutinas que llamaremos Rutinas Fundamentales. Estas rutinas son esas que, si no las hacemos, nuestro estado de ánimo y concentración se afectan.

Incluso, se pueden describir como una oportunidad para reset o recargarse.

Ejemplos de Rutinas Fundamentales:

• Caminar todas las mañanas por 15 minutos.
• Tomar una taza de té en las tardes.
• Escribir las emociones en un diario.
• Llamar a una amistad o familiar.
• Cenar algo delicioso luego de un día de trabajo.
• Encender una vela o incienso al llegar al hogar o habitación.

¿Cómo se relacionan las Rutinas Fundamentales con hacer una maleta de viaje?

Aunque no nos damos cuenta, cuando viajamos a otro lugar estamos cambiando cómo vivimos nuestro día a día. Literalmente, un día te levantas en tu cama y otro día duermes en una cama totalmente diferente con olores, texturas y sonidos diferentes.

¡Súper raro!

Quizás en tu hogar compartías tu cuarto con un hermano y el día siguiente compartes un cuarto con personas nuevas. No necesariamente estos cambios son negativos. Pero, nuestro cuerpo y mente saben que no estamos en un espacio conocido.

Personas con ansiedad, pensamientos negativos o inseguridades pueden beneficiarse de empacar una maleta con objetos que le recuerden hacer sus rutinas fundamentales.

Incluso, si algo desprevenido o frustrante ocurre, tienes una herramienta saludable y conocida que ayudará a canalizar tu emoción.

Para alguien que camina, puede ser llevar sus zapatos de correr, o para alguien que toma mucho té, llevar su taza y té favorito. Yo llevo una vela de lavanda porque cuando entro a mi habitación, el olor a lavanda me relaja el estrés del día…

Empacar algo asociado a la rutina fundamental es como si el yo del pasado estuviese velando por la seguridad y tranquilidad del yo del futuro.

Paso 4: Haz una lista de artículos para empacar una maleta

Pero no cualquier lista. Una lista dividida en categorías. Esta es la lista que usarás para ver qué artículos empacarás en tu maleta.

Los artículos que empacarás dependerán de los pasos anteriores: Duración del viaje, la temporada de la región, y tu rutina fundamental.

Categorías:

• Rutina Fundamental
• Ropa del día a día
• Ropa especial
• Ropa de Frío o lluvia (Según temporada)
• Ropa interior
• Electrónicos
• Documentos y finanzas
• Calzado
• Limpieza personal
• Meriendas
• Salud (medicamentos, recetas, etc.)
• Misceláneos (lentes, gafas, termo, etc.)

Estas son las categorías que me han funcionado a mí. Observa si tú necesitas ajustar la lista a tu realidad.

Paso 5: Ahora sí, empaca la maleta

Lo que no te dicen los miles de videos de YouTube sobre la mejor forma de empacar una maleta es que necesitas práctica.

Me encantaría decirte que hay una forma mágica de empacar que le funciona a todo el mundo. Puedes intentar todos los métodos, trucos y formas posibles, pero la única forma de saber que llevas demasiadas cosas, o peor que te falta algo, es practicando muchas veces.

Echando a perder se aprende, diría mi madre.

No estoy diciendo que antes de viajar necesitas hacer tu maleta 10 veces. Lo que estoy diciendo es que escojas una forma de empacar y cada vez que te toque empacar una maleta lo practiques.

Mira…

En cada viaje necesitas, mínimo, empacar tu maleta 2 veces: Una vez de ida y una vez de regreso. Utiliza esas dos oportunidades para explorar qué te funciona a ti.

Pero ¿cómo sé cuál es la mejor forma de empacar?

Cuando viajes, empaca tu maleta de una forma cualquiera que veas en YouTube o en Google.

Al regresar de tu viaje, reflexiona:

• ¿Durante el viaje, se te hizo fácil conseguir lo que buscabas en tu maleta?
• ¿Hiciste mucho desorden intentando encontrar lo que buscabas?
• ¿Se te hizo difícil volver a empacar la maleta de regreso de la misma forma?
• ¿Te arrepientes de haber llevado (o no haber llevado) algo en particular? ¿Por qué?
• ¿Se te hizo fácil empacar las cosas nuevas que conseguiste?

Estas preguntas te ayudarán a encontrar una forma personalizada de empacar tu maleta para tu próximo viaje.

¿Quieres conocer trucos para ahorrar espacio en una maleta?

Algo que sí puedes implementar en tu estrategia es un truco para aprovechar al máximo el espacio de la maleta. Por eso, la semana que viene te compartiré 10 trucos para ahorrar espacio en una maleta de viaje.

Te adelanto que el primer truco es Buscarle un espacio especial a tu objeto de Rutina Fundamental.

Así que, no dudes en suscribirte a nuestro boletín semanal

Viajando por la Uni